Salvatierra expone Mujeres valerosas en el MNA

10 de enero de 2022

Escarlet Salvatierra Rocha presenta la muestra titulada: Mujeres valerosas, un conjunto de obras en el que predominan autorretratos, pinturas de mujeres madres y trabajadoras en su cotidianeidad y parte de la vida en contacto con la muerte debido al covid. La exposición se inaugura este 13 de enero, a las 11.00 am, en el patio de Cristal del Museo Nacional de Arte (MNA), dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB).

La obra de la artista es fruto de 25 años de desarrollo artístico, de la guía e influencia de su padre, el conocido artista Ruperto Salvatierra, más todas las impresiones y conocimientos adquiridos durante sus viajes al exterior y, sobre todo, su paso por el Cercle Artístic de Sant Lluc, en Barcelona, academia de arte por la que pasaron grandes exponentes como Picasso y Miró.

Algunas de sus pinturas reflejan la admiración de Salvatierra por artistas universales como Rembrandt y otros. De manera directa, su obra Después de la fiesta rememora una de las creaciones de Pablo Picasso, Las señoritas de Avignon, claro que ella plasma una versión suya con algunos elementos nacionales como las caretas de diablesa y chinasupay.

En sus creaciones se revela el perfeccionamiento en la representación del rostro y el cuerpo humano como una proyección de belleza, color y vida. Ella pinta desde niña al igual que posa como modelo, su comprensión sobre la creación está fuertemente arraigada en lo natural, de ese modo se enfrenta a juicios de valor de una sociedad que, por un lado, censura el cuerpo descubierto de la mujer y por otro, la convierte en objeto de explotación comercial.

Desde la visión del espejo, Salvatierra narra su vida e inscribe su identidad de mujer, artista, hija y madre con el predominio del color rojo cuando su pincel se enfoca en sí misma. Un sello propio que rememora el origen anglosajón del nombre “Escarlet” (color escarlata) de acuerdo a la explicación del curador del museo, Osvaldo Cruz Llanos.

La artista transmite su propia mirada alucinada de las formas, su permanente asombro que se traduce en cientos de creaciones, “He dibujado mucho y con mucho detalle, hiperrealista, tenía que sacar las luces todo… Lo primero es saber dibujar el rostro que es lo más difícil, el tema figurativo, y todo lo que tienes que dibujar debes hacerlo con modelo vivo”, comparte, a la vez que comenta que, a falta de modelos profesionales, ella tuvo que ser su propia modelo y jugar con tres o cuatro espejos, una comunión que también fortaleció su seguridad femenina.