Bolivia recibe el Año Nuevo Andino Amazónico y Chaqueño 5531 con ceremonias ancestrales

21 Junio de 2023

Los primeros rayos del sol de esta mañana llegaron para anunciar el año 5531. Según la cosmovisión de los pueblos del Abya Yala, esta fecha está relacionada con el solsticio de invierno y se celebra con ofrendas, música y rituales ancestrales. En el país, la actividad principal se centró en el histórico centro del imperio Tiwanaku, lugar donde desde las cuatro de la madrugada se escuchaban pututus acompañados por instrumentos autóctonos que junto a una ofrenda a la Pachamama daban la bienvenida a un nuevo ciclo agrícola.

Con el fin de cumplir con las tradiciones, rescatar y revalorizar nuestra cultura, la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB) a la cabeza de su presidente Luis Oporto Ordóñez, sus jefes nacionales y el director del Museo Nacional de Arte, Iván Castellón acompañaron al presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce y al vicepresidente David Choquehuanca a recibir el nuevo año, ceremonia en la que participó la ministra de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización, hermana Sabina Orellana.

El Willka Kuti (retorno del Inti-sol) fue recibido con música autóctona y cánticos que auguran un año lleno de prosperidad, salud y amor para el país. Miles de personas llegaron desde distintas partes del país y del mundo al antiguo centro ceremonial del imperio Tiwanaku para recibir los primeros rayos del astro rey.

El origen del también llamado Machaq Mara (Año Nuevo) tiene sus orígenes mucho antes de su primera celebración, en los años 80, cuando jóvenes indígenas, a la cabeza de Germán Choque impulsaran el festejo en Tiwanaku. Según el epistemólogo aymara Froilan Laime Ajacopa el recibimiento del Tata Inti se practicaba mucho antes que la iniciativa de los jóvenes indianistas.

En Qhunqhu Wankani (Jesús de Machaca) la festividad data desde el año 1972 cuando los Mallkus acompañados de sus Mama T’allas se reunían a las 3 de la mañana en Liki Liki para luego dirigirse a las ruinas arqueológicas. Mujeres y hombres llevaban sus ofrendas en las espaldas y al vislumbrarse los primeros rayos levantaban las manos para recibir las energías del sol.

Laime contó que una de las historias difundidas entre los pueblos relata que por estos días el Tata Inti quiere bajar a la tierra a festejar su día. “Se cuenta que por esos días (hasta San Juan) el Tata Inti quiere bajar a la tierra a festejar su día, ‘San Juan uruxar maqañathwa’ diciendo camina y se acerca. Pero otro Achachila le avisa que ‘pasxiwa’ —otros dicen que San Pedro le amarra al Sol para que no baje—; entonces, triste, se vuelve y se aleja”, relata en un artículo difundido en sus redes sociales.

El Año Nuevo Aymara fue declarado como patrimonio intangible, histórico y cultural de la nación mediante la Ley Nº 3018 el 12 de abril de 2005 y el 2009 mediante Decreto Supremo Nº173, promulgado por el gobierno de Evo Morales Ayma, se lo declaró feriado inamovible con suspensión de actividades públicas y privadas en todo el territorio del Estado Plurinacional de Bolivia.

Este año el Ministerio de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización informó que en el país se registraron al menos 200 sitios ceremoniales ancestrales en los que la población celebra el inicio de un nuevo año para los pueblos del Abya Yala.