CCP Tunante y la Travesía Vallegrande - La Higuera

18 de octubre de 2021

EL SÁBADO 16 DE OCTUBRE, EL CCP TUNANTE, LLEGA A LA ÚLTIMA PARADA DE SU TRAVESÍA: LA HIGUERA. UNA COMUNIDAD PEQUEÑA UBICADA EN EL MUNICIPIO DE PUCARÁ, A 60 KILÓMETROS DE VALLEGRANDE. ENTRE MONTAÑAS, ÉSTE ES UN LUGAR SILENCIOSO, CUYOS HABITANTES (QUE NO LLEGAN A 100), MIRAN A LA CARAVANA CON OJOS DE BIENVENIDA Y SE CONTIENEN HASTA EL MOMENTO OPORTUNO PARA CONTAR LA GRAN HISTORIA VIVIDA HACE 54 AÑOS.

La comitiva tunante, honrosamente encabezada por el Sr. Luis Oporto Ordóñez, Presidente del Consejo de Administración de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB) y en compañía de Benjamín Condori, Director de la Casa Nacional de Moneda (CNM) de Potosí; Iván Castellón director del Museo Nacional de Arte (MNA) de La Paz, Edson Hurtado director del CCP de Santa Cruz y Willy Tancara, Director General de la FC-BCB; es recibida por el Alcalde de Pucará, y algunos concejales.

La Higuera es el pequeño pueblo donde el Che y sus soldados caen en manos del ejército boliviano. Fueron cautivos en una escuelita y ejecutados dos días después, el 9 de octubre de 1967. Durante años, este lugar espera (en octubre, especialmente) a historiadores, simpatizantes y turistas para contar su testimonio, a partir de lo que todavía sigue allí: la escuela, las sillas, los pupitres, y la memoria colectiva de cada vez menos habitantes higuereños. Sigue allí el escenario de la muerte de uno de los personajes más emblemáticos de la historia latinoamericana. El CCP Tunante, pasó por la escuela, que hoy es el Museo Comunal "La Higuera", donde se muestran fotografías de la guerrilla, la biografía de Guevara, los mapas que cuentan su paso por Bolivia, elementos como una silla, pupitres y el principal: el marco y la puerta original que en el 67 se usaba en aquel recinto educativo. Esta puerta, está apoya en la pared y exhibida al público.

Llama la atención que la llave del museo es custodiada por el pueblo y rota de familia en familia, por turno. Este sábado 16 de octubre era el turno de la Sra. Guadalupe Reinaga, quien sólo tenía dos años cuando sucede esta parte de la historia del país, hace 54 años. Por supuesto, no recuerda nada, pero su marido tenía seis años entonces, y le contó que la escuela fue cerrada por una semana por el acontecimiento militar. Posteriormente, cuando regresaron a pasar clases al recinto, la profesora y los niños de entonces, alegaban que tenían una ‘sensación extraña’. Con el tiempo se sumaron los comentarios y el miedo por la muerte ocurrida y se decidió cerrar la escuela y buscar otro espacio para estudiar. Y así fue. Con el tiempo, devino el actual Museo Comunal. Guadalupe, en el tiempo que custodia la llave del museo, presta su servicio de guía del mismo. De manera natural, cuenta sobre los dos días que el Che y sus camaradas estuvieron en cautiverio hasta su muerte. Es la historia que el pueblo cuenta y que comparte de manera oral de generación en generación. Ella dice que su padre fue preso por el ejército boliviano por encontrarse en la zona y por presunta complicidad, pero fue puesto en libertad al reclamo de la familia. También cuenta que es sobrina de la pastora de menuda contextura Virgilia Cabrita, a quien el Che conoció en su travesía y nombró en su diario. Guadalupe es parte del presente y cuenta la historia que parte de su familia y vecinos cuentan porque fueron testigos de aquellos días.

Frente a un monumento erigido en homenaje al ‘Che’, el honorable alcalde municipal de Pucará, Ovidio Terrazas Rojas extiende su reconocimiento con gratitud, por la visita, a las autoridades de la FC-BCB, esperando con esto una relación fraterna que permita el trabajo conjunto en la realización de planes culturales y turísticos en un futuro cercano.

En respuesta, El Sr. Oporto, agradeció el gesto y manifestó su gran respeto por este valle histórico mencionando su interés en trabajar por el sector cultural de los valles cruceños y el de La Higuera.

A los aplausos motivados por el acto, sucedió el sonido de una guitarra. Javier Monagas, un joven venezolano, estudiante de sociología y simpatizante, comprometido a la causa guevarista; entonó una canción dedicada al Che, a La Higuera. Javier, es amigo del pueblo, en los tres meses de estadía que lleva ha conversado con todos; les habla de sus ideales y corrige aquellas creencias infundadas. Planea seguir camino, pero mientras tanto La Higuera lo detiene.

El acto en el monumento al Che, frente a la pequeña plaza concluye. La Casa del Telegrafista es la siguiente posta para el CCP Tunante.

“Desde la pandemia que tenemos pocos visitantes. Por aquí han pasado historiadores, investigadores, políticos, jefes de estado, artistas etc, gente muy conocida que viene a ver este lugar”, nos comentó Juan (Jean) Lebras, fotógrafo francés que habita en La Higuera desde 2003, año en que llegó para conocer el lugar donde el ejército boliviano, hace 54 años capturó y ejecutó a los guerrilleros liderados por Ernesto Che Guevara. Juan es dueño de La Casa del Telegrafista, otro lugar histórico, y es que es difícil que siendo tan pequeña La Higuera, no quede lugar o piedra, silla, puerta, etc., que haya dejado huellas de aquellos históricos días. En todos estos años Juan ha explorado incansables veces los lugares nombrados por la historia como la quebrada del Churo, La Higuera entera, cada centímetro cuadrado, pudiendo precisar el centímetro cuadrado exacto donde sucedieron los hechos. Toda su investigación, lo que sabe lo transmite en las visitas guiadas que sobre todo realiza en las fechas 7, 8 y 9 de octubre, casi como una reconstrucción del hecho histórico.

La brisa empezó a helarse y empujó el tiempo. El tunante ya debía partir, se despidió mirando nuevamente el lugar, repasando en segundos aquella historia, mirando los ojos de sus silenciosos pobladores, la sonrisa de los extranjeros que se quedan y de aquellas piedras eternas que volveremos a encontrar en un futuro cercano, en una nueva travesía con música, historia y las artes que sensibilizan la vida y nos conducen a una más bella historia.