Obras de Miguel Alandia Pantoja son adquiridas por la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia
Mayo de 2024
Jackeline Rojas Heredia - Jefa de la Unidad de Museo del MNA
Al fin, luego de tres años de negociaciones, más de 152 obras de Miguel Alandia Pantoja, “El Pintor de la Revolución” serán custodiadas por el Museo Nacional de Arte (MNA) y pronto serán expuestas en una exposición homenaje. La compra fue hecha por la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB), institución de la cual depende el Museo.
La confirmación la hizo el presidente de la FCBCB, Luis Oporto Ordoñez y este viernes en la ciudad de Cochabamba se realizará la entrega simbólica de las obras protagonizada por el hijo del gran muralista Miguel Alandia Viscarra en las instalaciones de la Casa Departamental de las Culturas, ex gobernación, plaza 14 de Septiembre.
“Es un logro histórico para Bolivia y un regalo adelantado por el Bicentenario del país, contar con la mayor producción del artista que, en vida, fue testigo de las luchas sociales, las masacres mineras, la revolución del 52 y otros eventos históricos que fueron plasmados en cuadros y murales en piroxilina, en otros formatos, técnicas y soportes”, afirmó Oporto Ordóñez.
Miguel Alandia Pantoja nació en Catavi, Siglo XX (Potosí) en 1914, fue autodidacta. Desde muy niño estuvo inclinado al arte e imitaba las obras de Cecilio Guzmán de Rojas, más adelante y con su integración al trotskismo recibió la influencia de los grandes maestros muralistas mexicanos, como Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros.
Fue testigo de las injusticias, de la pobreza y la explotación minera, estuvo a cargo de sus hermanos por mucho tiempo, luego de la muerte temprana de su madre. Sobrevivió trabajando como caricaturista y realizando también algunos diseños para productos importantes como el Sol que acompaña al Mentisan de la empresa farmacéutica INTI.
Se enlistó en el ejército boliviano para la defensa del Chaco y fue prisionero de guerra en Paraguay. Sufrió, en cuerpo y alma, el crudo trato que se da a los prisioneros, dolor que fue, de alguna manera, mitigado por la compañía de una mujer paraguaya.
Más adelante y debido a sus ideas fue perseguido por varios gobiernos, uno fue el de René Barrientos Ortuño, quién además, ordenó la destrucción de grandes murales del artista, como el de Historia de la mina.
Fue uno de los fundadores de la Central Obrera Boliviana (COB), también fundó en 1953 el Sindicato de Artistas y Pintores Revolucionarios y en 1961 la Asociación Boliviana de Artistas Plásticos (ABAP). Falleció en Lima, Perú, en 1975 en el exilio provocado por el dictador Banzer. Una historia larga que, sin duda, conmoverá a las nuevas generaciones de bolivianos y bolivianas, al conocer la vida de un artista que caminó a la par con la historia boliviana, Miguel Alandia Pantoja.
Hoy se confirma que gran parte del legado del muralista estará bajo resguardo del Museo Nacional de Arte gracias a la compra realizada por la FC-BCB y al apoyo económico del Banco Central de Bolivia.
Lo adquirido consta de 66 obras en óleo sobre tela, 14 obras en óleo sobre cartón, 39 creaciones hechas en piroxilina sobre cartón, 30 en acuarela sobre papel, dos en dibujo sobre papel y una obra en dibujo sobre tela, entre las que figuran: Encarcelados, óleo sobre tela de 1973, la Hilandera de 1956, Masacre, óleo sobre tela, Duelo y entierro, de 1967; opresión de la Iglesia de 1944. En otros materiales están Alegoría Soledad, piroxilina sobre cartón prensado de 1966, Madres Mineras, óleo sobre cartón prensado de 1965 y mucho más.
En esta colección se encuentran invaluables bocetos de algunos murales, como el mural Historia del parlamento, Voto Universal y reforma Educativa, Monumento a la Revolución, entre otros. Este patrimonio permitirá a investigadores analizar los periodos históricos vividos por el artista y contribuir así a futuras investigaciones, además de la posibilidad, en un futuro, de reponer algunos de los murales.
Entre las gratas noticias de este 2024, están que dos obras de Alandia Pantoja, Mineros I y Mineros II de propiedad del MNA formarán parte de una exposición homenaje a Siqueiros en el Museo Carrillo Gil de México. Por otro lado, la obra La Imilla también de Alandia Pantoja, fue elegida por el curador brasileño, Adriano Pedrosa, para representar a Bolivia en la Bienal de Venecia. Y pronto el Museo Nacional de Arte preparará una gigante muestra con las obras originales del gran muralista.